La fibrina rica en plaquetas (PRF) —en especial su variante con leucocitos, L-PRF— es un concentrado que se obtiene de tu propia sangre, en el consultorio, para colocar en la zona tratada (extracciones, implantes, injertos, etc.). La idea es sencilla: aprovechar tus plaquetas y su “malla” de fibrina para liberar factores de crecimiento de forma sostenida y favorecer una cicatrización más cómoda y organizada. Es un procedimiento autólogo (con tus propios tejidos) y se prepara sin anticoagulantes, a diferencia del PRP de “primera generación”.
¿Cómo es el procedimiento (paso a paso)?
- Extracción de una pequeña muestra de sangre (habitualmente 10–20 ml).
- Centrifugado inmediato: en pocos minutos la sangre se separa en capas; la fracción intermedia es la fibrina rica en plaquetas.
- Preparación del PRF: puede colocarse como tapón/membrana o mezclarse con biomaterial para fabricar el conocido “sticky bone” (un injerto “pegajoso” y moldeable).
- Colocación en la zona tratada (alveolo de extracción, alrededor del implante, en un injerto, o bajo un colgajo periodontal).
Tiempo total: se realiza durante la misma cita del procedimiento dental; el centrifugado demora minutos.
¿En qué tratamientos dentales se usa?
- Extracciones (incluidas muelas del juicio): se coloca en el alveolo para mejorar el confort y disminuir el riesgo de “alveolitis” (dry socket).
- Implantes dentales: puede ayudar a la estabilidad secundaria del implante y a la calidad de los tejidos blandos que lo rodean.
- Regeneración periodontal (tratamiento de pérdida de soporte del diente): el PRF, solo o como coadyuvante, muestra beneficios clínicos en diversos defectos periodontales.
- Preservación/Regeneración ósea (p. ej., antes de colocar implantes, elevación de seno maxilar): el sticky bone (PRF + biomaterial) facilita el manejo del injerto y puede mejorar el volumen y la estabilidad del injerto.
Nota: la literatura es amplia y no todos los estudios encuentran el mismo grado de beneficio(sobre todo en resultados óseos a largo plazo). En general, las ventajas son más consistentes en tejidos blandos y confort postoperatorio, mientras que los efectos sobre el hueso pueden variar según técnica y caso. (MDPI)
Beneficios que suelen notar los pacientes
- Más comodidad al sanar: muchos trabajos reportan menos dolor e inflamación tras extracciones e implantes cuando se usa PRF. (PubMed, PMC)
- Tejidos blandos más “sanos” alrededor del implante: aumento de mucosa queratinizada y espesor de encía(mejora estética y de higiene). (BioMed Central)
- Manejo quirúrgico más predecible: la membrana de PRF sirve como un “parche biológico” y, al mezclarla con injerto, genera “sticky bone” que no se dispersa y es fácil de adaptar. (PMC)
- Seguridad: es tu propio material, sin aditivos ni anticoagulantes; el riesgo alérgico es muy bajo. (PMC)
PRF vs. PRP: ¿en qué se diferencian?
- PRP (plasma rico en plaquetas): se prepara con anticoagulantes y suele aplicarse en forma líquida o gel.
- PRF (fibrina rica en plaquetas): no usa anticoagulantes; el centrifugado “lento” forma una malla de fibrinaque atrapa plaquetas y leucocitos, liberando factores de crecimiento de manera más prolongada. En odontología actual, L-PRF es la variante más utilizada. (PMC)
¿Quiénes son buenos candidatos?
La mayoría de los pacientes que van a una extracción, un implante o una cirugía periodontal pueden beneficiarse. Tu odontólogo evaluará tu historia clínica. Precauciones habituales:
- Trastornos de la coagulación, plaquetas muy bajas, anticoagulantes o antiagregantes potentes (requieren coordinación con el médico).
- Infecciones sistémicas o problemas que impidan tomar sangre ese día.
(Estas consideraciones forman parte del protocolo clínico de seguridad de cualquier procedimiento quirúrgico.)
Preguntas frecuentes
¿Duele?
Similar a una extracción de sangre de laboratorio. La colocación del PRF no duele; se hace con la misma anestesia del procedimiento principal.
¿Cuánto tarda en “hacer efecto”?
El PRF comienza a liberar factores de crecimiento desde el primer momento y continúa por varios días, acompañando la fase inicial de cicatrización. (PMC)
¿Es “mejor” que no usar nada?
En tejidos blandos (dolor, inflamación, encía alrededor de implantes) la evidencia es favorable; en formación ósea los resultados dependen del caso y de cómo se combine con injertos/biomateriales. Tu odontólogo te explicará si en tu situación concreta aporta una ventaja clínica. (PMC, BioMed Central, MDPI)
¿Se hace en el mismo consultorio?
Sí. Se prepara en el momento, con centrífuga y material estéril, y se coloca en la misma cirugía. (PMC)
Resumen para pacientes
- El PRF es un refuerzo biológico hecho con tu propia sangre.
- Suele aportar más confort y mejor evolución de las encías; en hueso puede ayudar cuando se integra a protocolos de injerto adecuados (sticky bone).
- Es seguro, rápido y autólogo. No es una “varita mágica”, pero bien indicado puede sumar mucho a tu recuperación. (PubMed, PMC)
Este contenido es informativo y no sustituye la consulta clínica. Si estás por hacerte una extracción, un implante o un injerto, pregunta a tu odontólogo si el PRF está indicado en tu caso.
Fuentes clave: revisiones y estudios clínicos recientes sobre PRF en implantes, extracciones, periodoncia y técnicas de “sticky bone”. (PMC, PubMed, BioMed Central, MDPI)